Los investigadores estudiaron un cúmulo de estrellas que tienen miles de millones de años. |
Determinar la edad de las estrellas es una cuestión fundamental en astronomía, al igual que la datación de fósiles es crucial para estudiar la evolución.
Este método se aplica a estrellas "frías" del tamaño del Sol o más pequeñas. Estas estrellas son las más comunes en nuestra galaxia y tienen también una larga vida.
Es relativamente fácil calcular la edad de las estrellas jóvenes gracias a sus grandes manchas solares. |
Esto hace que determinar la edad de una estrella sea definitivamente complicado.
La solución de medir la rotación fue propuesta por primera vez en la década de los 70 del pasado siglo y fue denominada como "girocronología" en 2003.
"Una estrella fría se mueve muy rápidamente cuando es joven, pero al igual que un trompo sobre una mesa se va poniendo más lenta al pasar el tiempo”, indicó Meibom.
Pero es difícil ver la rotación de una estrella. Para la medición, los astrónomos usan manchas solares que recorren su superficie, moviéndose según gira el astro y que sólo disminuyen su brillo en menos de un 1%.
Las estrellas viejas son especialmente problemáticas porque tienen menos manchas y son más pequeñas.
El equipo de Meibom utilizó imagénes del telescopio espacial Kepler que ha estado siguiendo el trayecto de la Tierra alrededor del Sol desde 2009.
Los investigadores lograron medir la velocidad de rotación de 30 estrellas en un cúmulo que, se sabe, tiene más de 2.500 millones de años.
Este cúmulo, conocido como NGC 6819, tapa lo que Meiborn llamó un "hoyo de cuatro mil millones de años" en nuestro conocimiento de la rotación estelar.
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